UN EJEMPLO PARA EL RESTO

Todo el mundo pudo ver el domingo las caras de dolor de Touré Yaya durante el transcurso del partido ante el Villarreal. Sus gestos eran siempre los mismos. Cara de dolor y las manos ubicadas en la zona lumbar.

Las noticias a primera hora del lunes eran bastante confusas. A primera hora se daba por seguro su paso por el quirófano dejando al Barça así, huérfano de su mejor mediocentro de la plantilla. Los ánimos de la culerada se venían abajo. El futuro de Copa, Champions y Liga colgaba del fino y frágil hilo de seda formado por Edmílson y Márquez. Muchos, incluso optaban por cerrar la paradita y ya pensar en el año que viene, prueba irrefutable de la importancia que ha adquirido este jugador en apenas 1 año.

Con el paso de las horas el panorama se aclaraba y la notícia era si más no sorprendente. Touré decidía infiltrarse hasta final de temporada para ayudar al equipo y una vez llegados al final de curso, pasar por el quirófano y subsanar la hernia discal de una vez por todas.
Touré se ha ganado la admiración de la mayor parte de la afición ante tal hecho. Consciente de lo que se juega el equipo en estos 2 últimos meses de competición y consciente también de las bajas y problemas físicos de la plantilla, la Yaya ha tomado una de las decisiones más dolorosas (literalmente) que puede tomar un deportista, la infiltración.

Y todo esto en un acto totalmente altruista y con la única finalidad de ayuda al equipo a conseguir el máximo número de títulos posibles. Cuánto hace que esto no pasa en este club? Cuánto hace que un jugador aprieta los dientes en beneficio del equipo? Se nos ocurren los nombres de Puyol o de Rivaldo, pero por desgracia, pocos jugadores han optado por esta vía tan sacrificada como dolorosa.
El ejemplo de Touré es un caso aislado en esta plantilla, y por eso queremos darle el reconocimiento que se merece. Acostumbrados a las eternas lesiones de Márquez (incluso se ha lesionado en la cama, en teoria durmiendo), a las molestias de Deco o a las pretemporadas fuera de fechas de Ronaldinho, ver que unos de los jugadores recién llegados, en pleno proceso de adaptación coge el toro por los cuernos y en vez de resignarse, lucha por lo que le pagan, jugar y ganar titulos.

En los tiempos que corren, cuesta ver a futbolístas que vivan por y para el fútbol. Abundan los jugadores que olvidan su condición de deportista de élite y se castigan su físico a base de juergas, de no entrenar, de vivir como un auténtico marqués.Touré parece ser un oasis en medio del desierto. Ha demostrado que lo que realmente le importa es su profesión. Demuestra que se siente un jugador importante en la plantilla y merodeando un poco más en el asunto podemos pensar que incluso puede sentirse "en deuda" con el club tras haber pasado casi 2 meses en el exilio por la celebración de la copa África.

Touré lleva poco más de 7 meses en el club, pero es ya suficiente tiempo como para considerarlo un peso específico y de alta jerarquía en el vestuario.. Por desgracia no depende de nosotros, pero si de nosotros dependiera Touré sería uno de los jugadores entorno al cual contruiríamos nuestro proyecto a largo plazo. En jugadores como él, como Puyol, como Milito o como Iniesta, es en quien las futuras promesas del Barça deben fijarse. Aunque siempre la repercusión mediática se la lleven los mismos de siempre, los encargados a la instrucción de los pequeños deberían inculcarles que, a pesar de que veneren a la estrellita que mete goles y hace anuncios, se fijen en ese jugador que corre por 2, que mete la pierna y que encima antepone el servicio al club al dolor.
No queremos beatificar a Touré ni convertirlo en mártir, pero que entre las borrascas del apalancamiento y aburguesamiento de varios sectores de la plantilla desde la final de París, se cuele un haz de luz en forma de profesionalidad y entrega, es justo que sea reconocido y alabado.
Porque Joan Maria Pou ya tiene el copyright de la "Peña Touré Yaya", que si no, nosotros ya la habríamos fundado este mismo lunes.

No sabéis lo orgullosos que estamos de Touré!