¿ TANTO CUESTA SER POSITIVOS ?

La idea primordial de los remeros va mucho más allá de una simple campaña para lograr una remontada puntual. Estas campañas, simbolizadas en “salir todos unidos a remar con la barca”, las hacemos con el corazón y con el máximo entusiasmo, está claro. Pero son solo una visualización del propósito que buscábamos y buscamos, que no es otro que el poner nuestro pequeño granito de arena para cambiar el derrotismo y pesimismo histórico culé.

Ahora el entorno está mucho más optimista por haber vuelto a recortar puntos frente al líder, pero queremos insistir en que no deberíamos dejarnos llevar únicamente por un resultado. Si vamos por este camino, cada semana estaremos con cambios de ánimo radicales que no llevan a ninguna parte. Por eso abogamos por intentar mantener una actitud positiva siempre, y ser más fríos en la derrota. Es difícil hacerlo, cuesta calmar los ánimos cuando se desea quemarlo todo, pero deberíamos hacer un esfuerzo por intentarlo.

Si nos creemos que el Barça recortará puntos cada semana, mal vamos. El equipo perderá más puntos en lo que queda de temporada, las distancias posiblemente volverán a aumentarse… Pero lo importante es que quedan aun 14 partidos, nosotros perderemos puntos pero de la misma forma que también lo hará el primero. Nunca hay que olvidar que lo más importante no es ser líder ahora, sino ser líder cuando acabe la jornada 38. La excesiva euforia por haber recortado puntos, o el pesimismo exagerado por un nuevo pinchazo, son igual de prescindibles, hemos de optar por un término medio. Porque el barcelonismo es tan ventajista como para basarse únicamente en el último resultado? Es imprescindible recortar puntos para mantener siquiera una actitud positiva? Si en el próximo partido se pincha, acaso habrá algo decidido?
La cuestión principal es que cuando lleguen esos momentos negativos, sigamos manteniendo la calma, tanto la afición como el club. De esta forma es como conseguiremos un clima propicio para lograr los objetivos, desde la crispación siempre será todo mucho más difícil. Hay que acabar con las montañas rusas emocionales en las que nos subimos demasiado a menudo. Y por nosotros no será.

Derivado de lo anterior llegamos a la cultura del todo o nada, otro gran problema o complejo culé, que cada uno lo llame como quiera: parece que tenemos asumido que el Barça solo puede ser campeón cuando todo le sale de cara y arrasa. Los dobletes conseguidos en el 92 y 06, reconociendo que son grandiosos y un orgullo para todos nosotros, en el fondo nos han estigmatizado la idea de la excelencia global. - El equipo ha de jugar bien en todas las competiciones para poder llegar a cosechar triunfos -. Y cuando por ejemplo en liga las cosas se tuercen, el pesimismo inunda todos los estamentos del club y no solo parece que ya no se puede remontar en la competición doméstica, sino que además lo extrapolamos a la champions y nuestra preocupación es saber cuando llegará la fecha de nuestra eliminación. Nos lamemos las heridas antes de tiempo y se crea una atmósfera negativa que nos lleva inconscientemente a pensar que ni siquiera merecemos ganar nada. Es increíble pero cierto, o dominamos España y Europa, o no somos dignos ni de aspirar a ser campeones.
Tiene alguna lógica pensar así? Es lamentable. No tenemos los suficientes casos que demuestran lo contrario? Suponemos que esto se acabará el día en el que el Barça gane la champions sin ser favorito, cuando nadie se lo espere, ni nosotros mismos. Esa champions ‘inmerecida’ nos hará crecer como equipo y como afición. Mientras llegue ese día, fijémonos en el caso del Milan y su competitividad aislándose totalmente de su situación doméstica. Tengamos muy presente como es capaz de ser campeón de europa, estando sentenciado en liga en febrero.

Esta es la grandeza del fútbol, que las cosas cambian cuando parece que no es posible, que pequeños detalles o resultados pueden variar el rumbo de las trayectorias. Y con una actitud ambiciosa y positiva, siempre será más fácil que esto ocurra.

El día que entre todos cambiemos nuestra mentalidad, seremos más fuertes. El pesimismo exagerado es un lastre que arrastramos desde hace demasiado, hay que erradicarlo por completo, nos debilita. Por nosotros no será y por muchos de vosotros tampoco. Entre todos hemos de hacer un esfuerzo por cambiar las cosas. Podemos y debemos hacerlo porque solo nos puede beneficiar.


No sabéis cuanto nos gustaría acabar con el exagerado pesimismo culé.
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