BOSTON GARDEN: COHETES SILENCIOSOS

Toda la prensa especializada habla de los Rockets como un equipo que debe llegar a la final de conferencia del Oeste. Para ello se basan en su pareja mágica, T-Mag y Yao, así como en su nuevo entrenador, Rick “Abuelo Víctor” Adelman. Pero si quieren cumplir los pronósticos, tendrán que sujetarse en 2 actores silenciosos. Hablamos de Scola y de Steve Francis.

Francis ha recalado de nuevo en Houston sin el resorte mediático que acompañó su elección en el Draft, ni su salida. Por la puerta de atrás, con más dinero en la cartera pero con menos prestigio en su currículum, está ante la que es su última oportunidad de demostrar todo lo que nos dejo ver en sus primeros años.
Segundo del Draft del 99, desde el inicio fue considerado el hombre que llevaría al equipo de la ciudad de la NASA a reverdecer los éxitos pasados con Haken de estrella. Tal es así que, en un juego de palabras, le llamaron Steve “The Franchise”( no entramos en la gracia del apodo)
Sus números fueron excepcionales. Además reunía espectacularidad con eficacia. Todo esto se acabó de golpe. Van Gundy tuvo la culpa, como de casi todo. Le amargó de tal manera, que a pesar de tener a su lado a Yao, escogió marchar al calor de Orlando para seguir su trayectoria. A partir de aquí lesiones y más lesiones y en lamentable paso por New York. Dinero y más dinero ganado. Pero nunca fue tan feliz como en sus inicios.
Ahora de vuelta, con dudas sobre la estabilidad de su rodilla, intentará acercarse a los números pasados. Si lo consigue( promediaba en su primera etapa en Houston 19 puntos 7 asistencias 6 rebotes) estará cercar de ganar para los Rockets el anillo que consiguió el gran Olajuwon.

A su lado, para conseguirlo, tendrá un escudero que desconocía cuando firmo su vuelta a casa, pero que seguro que ahora mira con otros ojos. Hablamos de Scola. Uno de los mejores 4 de la última década fuera de la NBA, ha decidido probar fortuna en el sitio adecuado.
Primer recambio en el juego interior, sus números deben subir como la espuma. Sin contar a Luís y Yao, Aldeman no tiene a nadie en condiciones en la pintura. Hasta el momento en 20 minutos de juego suma 7 puntos y 5 rebotes de medía, con más del 50% en tiros. Números más que interesantes.
Si quieren aspirar a algo, su aportación se debe acercar a los 30 minutos de juego. Para un hombre con la clase de Scola, jugar al lado de Ming es un lujo. Con los espacios que genere el chino, se puede forrar.

Hasta el momento, el inicio de los Rockets ha sido irregular. Ha encadenado 2 largas rachas de victorias con una de derrotas. 9 a 7 en su casillero y con la sensación de que no han dado todo el máximo de sus posibilidades. Para ello, seguramente deben crecer las aportaciones de estos 2 cohetes silenciosos.

LAS BOMBAS AMIGAS

Que en USA, con la muchedumbre sensibilizada en lo que a palabras bélicas se refiere, comiencen a llamar a JCN como bomba es una muestra de que al de San Feliu ya se le está empezando a considerar como algo más que un simple novato.

No entraremos, todavía, a analizar su rendimiento, sus virtudes y defectos. No, solamente mencionaremos la capacidad que tiene este jugador para ganarse tan rápidamente a una prensa tan poco dada al elogió a lo extraño como la Yanquee.
Una prensa que desde el principio ha mirado con cierto recelo la actitud y rendimiento de Pau Gasol, un hombre All-Star, ya comienza a deshacerse en elogios ante JCN. Podrá defender mejor, podrá seleccionar mejor sus tiros, pero lo que nadie le puede necear es su capacidad de absorber conocimientos.
Convenció a un técnico como Dusko, jugó con un sargento como Pesic, enamoró a Don Alejandro y al llegar a la NBA aprendió de todos sus errores. Ojo, no estamos diciendo que sea perfecto su rendimiento. En eso ya entraremos luego. Solo resaltamos la capacidad que tiene este hombre para superar cualquier reto.

Lamentablemente, no aceptó el reto más bonito. Liderar y levantar como capitán la Copa de Europa. Una pena.

No sabéis que pena nos da no volver a ver a JCN de Azulgrana.

The Digital Garden

fotos: nba.com