CHICO NUEVO EN LA OFICINA

Son muchos los estudios que se han realizado para medir la productividad laboral que terminan con la conclusión que con pequeños cambios en el centro de trabajo se consigue aumentar el rendimiento laboral de los trabajadores. Estos cambios van desde un color diferente en la oficina, a substituir el hilo musical por una emisora de radio elegida por los trabajadores o cambiar el lugar de la maquina de café.
Muchas veces, como consecuencia de todo lo que rodea a los equipos de fútbol( y vale para deportes como el basquet o el balonmano, aunque en menor medida), nos olvidamos que las plantillas no son diferentes, en la esencia, a una oficina. Las mismas reglas internas que nos sirven a nosotros, les sirven a ellos.

Si en nuestra oficina, después de un mal ejercicio, nos dice el jefe que ya no valen más tonterías, que a partir de ahora hay mano dura, pero no vemos ningún cambio en nuestro entorno, seguramente, no nos aplicaremos como desea nuestro superior. Pero si llega un chico nuevo en la oficina que de repente vemos que llega 5 minutos antes que nosotros, y que cuando tu sales del despacho, él todavía está allí. Sin quererlo, tu lucharás para conseguir el mismo ritmo de trabajo que tu nuevo compañero.

Todos hemos gastado mucho tiempo en discutir sobre el código interno. Éste no sirve de nada sin unos pequeños cambios, que sin que sean importantes, son vitales para cambiar lo que no funciona. Así, la llegada de Henry, que aparentemente viene para poner presión a los de arriba, igual en lo que más ayuda es en que jugadores como Eto'o estén más callados a ver que Henry curra tanto como él y no habla tanto. Y ayuda a que jugadores como Ronnie entrenen más para no quedar en evidencia.
Lo mismo la llegada de Toure. Cuando se ficha a un jugador se debe mirar todo, el físico y la mente. Si antes de ficharlo, se sabía que Yaya es un currante al estilo Puyol, podemos entender que se escoja a él antes que a otros. Esto obliga a gente como Deco y Márquez a aplicarse más. Se queda el grupo sin escusas. Los nuevos pueden hacer lo que ellos no han hecho antes de su llegada, mientras los viejos utilizaban múltiples escusas para explicar porque no estaban siguiendo el camino marcado.
Además, se ha filtrado a la prensa el tema de la capitanía. Se cambie o no, introduce incertidumbre. Siempre estarán, Puyol aparte, con la mosca detrás de la oreja por si no cumplen lo suficientemente bien con su papel y se aplicarán más. Esto significa aparecer más en las ruedas de prensa, mas compromiso con el grupo, más implicación en los problemas de los compañeros, etc.
En la foto de arriba hay un intruso. Se trata de Juan Antonio Pozanco, que es un nuevo miembro del Staff técnico.Esto lo tenemos que relacionar con el nuevo método integral de preparación física y médica que va a implantar el club.
Así, en primer lugar los jugadores desconocen como se las gasta el nuevo. No pueden acomodarse hasta saber por donde respira el nuevo "jefe". Por otro lado, saben que no van a poder ocultar ninguno de los excesos fuera de la vida deportiva, ya que se les examinará semanalmente, para ver cuales son sus condiciones, y ver si hay alguna alteración en los parámetros normales de los jugadores.

No siempre los cambios son para mejor. Lo que si es seguro que nunca un cambio deja las cosas como están. El que no cambia corre el riesgo de acabar convirtiéndose en un funcionario. No se olviden que el Comunismo fracaso, entre otras muchas causas, por querer establecer unos parámetros fijos, estables e inamovibles para todo el mundo, donde el trabajo y esfuerzo no se veían recompensados.

No sabéis como nos motiva ver a Henry entrenarse antes de tiempo.
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