LA REGADERA: LAS REGLAS DEL VESTUARIO

Crónicas de una regadera

En todo equipo existe un conjunto invisible de demandas que organizan los modos en que interactúan los miembros de dicho grupo. Así pues, cuando decimos EQUIPO, no solo estamos hablando de jugadores que entrenan y salen al campo, sino de todas aquellas funciones que dan significado a este grupo.
Un equipo funciona internamente regulado por reglas. Las reglas son acuerdos relacionales que prescriben o limitan los comportamientos individuales; así pues, las reglas implican un "acuerdo" para obrar de un determinado modo u otro.
Las reglas reconocidas, son aquellas que se han establecido explícitamente y de manera directa y abierta; Luego existen las reglas implícitas, las que constituyen funcionamientos sobreentendidos acerca de los cuales el equipo no habla de modo explícito.

Parece que en el F. C. Barcelona en un principio había muchas reglas explícitas que poco a poco han ido substituyéndose por otras implícitas. Las salidas nocturnas, las ausencias en los entrenamientos y declaraciones impulsivas ante los medios de comunicación, han sido algunas de ellas. Lo que en principio parecía una excepción se ha ido convirtiendo en un hábito y los directivos Blaugrana se han visto obligados a exigir un cambio de disciplina ante los decepcionantes resultados de esta temporada.
Todos sabemos que la convivencia fuera del campo a veces no es fácil y lo mejor es poner las cartas sobre la mesa desde un principio. A veces las reglas implícitas funcionan perfectamente, pero otras puede que entorpezcan el funcionamiento del equipo. El no hacer explícitas las reglas puede llevar a problemas de bajo rendimiento, desorden, y en algunos casos sobrecarga emocional de cada uno de los miembros.

Esta sobrecarga emocional surge en el momento en que miembros del equipo violan las reglas primeramente establecidas y crean su propia “forma de hacer”. Todo ello origina un ambiente de tensión que entorpece el trabajo del día a día. Hablar sobre este tipo de presiones puede ayudar a crear nuevas reglas (o recuperar antiguas) que recuperen la armonía del grupo y reconsideren qué función desempeña cada miembro como jugador y compañero.

Y como ya hemos dicho, la convivencia en un grupo no es fácil, este debe adaptarse a las necesidades de todos sus miembros y a las demandas del medio que le rodean. Este proceso de adaptación se hace más notorio en el momento en que se incorpora un nuevo miembro. Los nuevos fichajes van a dar mucho que hablar, tanto dentro como fuera de los vestuarios, y en estos cambios las reglas juegan un papel muy importante.

Cada miembro del equipo juega un rol en el mismo y en el momento que se incorpora una nueva figura es importante que reconozca el papel de los demás y sepa crear el suyo propio. El peligro está en el momento en que dos roles entran en conflicto. Puede que un nuevo integrante aporte un rol que no sea aceptado por los demás; este es un aspecto que hay que vigilar.

Por todo ello, Henry, ya ha declarado que aterriza en el Barça humildemente y con muchas ganas de aprender, y de momento, va a mantenerse en esa posición. Para el exjugador del Arsenal pasar de llevar la voz cantante a compartir protagonismo con otras estrellas puede que no sea fácil. De todos modos, debe existir un esfuerzo mutuo entre el vestuario culé y el propio Henry.

Los primeros deben intentar debe intentar respetar lo que representa el francés para el mundo del futbol pero sin prestarle un trato especial, y "Tití" que pasa a formar parte de un grupo con unas reglas preestablecidas y unos roles que tendrá que respetar.

Como en cada fin de temporada, estamos en un momento de transición, y parece que esta vez van a ser muchos los cambios. Tengamos fe en ellos y esperemos como siempre lo mejor de nuestro club.

No sabéis las ganas que tenemos de ver al nuevo Barça.

The Digital Garden

Fotos: as.com, fcbarcelona.com

Enlace: El Divan Digital