EL ROL DEL SUPLENTE

Cuando buscamos un empleo y miramos en la prensa las ofertas de puestos de trabajo que hay en el mercado, lo primero en que nos fijamos es en aquellas ofertas que se ajustan a nuestras aspiraciones. Cuando acudimos a la entrevista, la empresa mira si nosotros nos ajustamos a lo que ellos demandan.
Para que un equipo profesional logre sus éxitos o compita con las máximas garantías para alcanzarlos, todos sus integrantes deben tener el mismo objetivo y que estoo no estén en confrontación con los intereses del grupo, para que dentro del vestuario nadie sea visto como un obstáculo en el camino hacia propósito colectivo.

En fútbol de hoy en día las plantillas están formadas alrededor de los 20 hombres, jugando cada uno su rol dentro del equipo. En las negociaciones para fichar a un jugador, siempre hay que explicarle cuales son las funciones para las cuales se requieren sus servicios y que papel desempeñará dentro del vestuario. El jugador debe valorar sus aspiraciones, y si casa lo ofrecido con lo deseado aceptará.
Así a la hora de buscar a los “teóricos suplentes” es imprescindible definir bien claro que es lo que espera el club del jugador “no titular”. No cada suplente tiene la misma importancia, no cada suplente tiene las mismas oportunidades, no cada suplente tiene la misma exigencia.

En clave Barça, se habla de fichar a un 9 suplente y de fichar a un portero que cubra la posible salida de Jorquera. Son los dos puestos en los que los “hombres de banquillo” tienen menos posibilidades de demostrar su categoría y de competir para lograr el triunfo. Definamos que rol ha de jugar, que tipo de hombre se necesita y luego pongan ustedes los nombres
El portero suplente tiene pocas posibilidades de disputar partidos, y si o medía lesión de por medio, solo juega las competiciones” menores”. Que se necesita? Pues teniendo en cuenta que los clásicos dicen que el portero ha de sentir la confianza del entrenador, hemos de buscar un hombre que este un peldaño por debajo, que te de garantía de rendimiento inmediato, y que entre sus aspiraciones sea el de hacerse un palmares importante.
Esto te lo pueden dar hombres veteranos con reconocimiento de su valía pero que no se ha visto plasmado en su palmares. Hombres que estén en la línea descendente de su trayectoria, pero con la ambición por los tríunfos intacta.

El segundo 9 de la plantilla tiene más chance de jugar que el 2º portero, ya que existe la posibilidad de cambio. Pero de no mediar lesión de por medio disputará los minutos de descanso que se le den a Eto’o, así como minutos en que el equipo necesite dar la vuelta al marcador.
Por lo tanto se debe buscar a un jugador de características diferentes a Samuel, por si hay que cambiar el rumbo del partido, pero que no sea antagónico, por si se lesiona de gravedad. A su vez, ha de asumir que sus oportunidades de entrada serán escasas, pero que se irán incrementando en función de su rendimiento, por lo que el jugador debe ser paciente, consciente de su “teórica inferioridad” de rendimiento comparado con Eto’o, y que debe estar disponible para cualquier eventualidad. Evidentemente, debe ser lo suficientemente bueno para dar un plus al equipo.

Si creemos que los perfiles otros, volvamos al ejemplo con el que hemos abierto el post. Si en una oficina hay dos hombres que realizan en mismo trabajo, y para hacer una tarea solo puede hacerla uno, si la hace mal, la hará el otro. Quien no hace nada estará esperando sin tarea alguna. Que perfil queremos para los dos puestos?
Podemos hablar de nombres, o de mil historias. Lo único cierto es que si no se deja llevar uno por lucubraciones mentales, los perfiles son los que hemos descrito. Si en el momento de la negociación con el jugador se plantea la realidad tal y como es, todo será mucho más fácil, tanto en el momento de la firma, como para convivir dentro del vestuario.

No sabéis cuanto os queremos

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Fotos: rediff.com, webdelcule.com