SOBRE LA MOCIÓN DE CENSURA

Con la presentación de la página web, www.mociodecensura.cat, parece ser que la cosa comienza a ir en serio. No somos contrarios a este tipo de actos, ya que están establecidos en los estatutos y son un ejercicio democrático y plenamente legítimo.
Lo que si consideramos es que los principales argumentos que se esgrimen para su presentación llevan produciéndose desde el inicio del mandado de Laporta, convirtiendo, a nuestro juicio, la moción de censura en un acto de oportunismo típico de perdedores.
Porque es bien cierto que el mismo día que Jan fue nombrado Presidente, éste tomo el camino opuesto al que había dibujado en su programa electoral, que no debe olvidarlo, es el que le llevo a ser el Presidente del Barça con más aceptación en unas elecciones. Por eso quizá ahora sea uno de los personajes más “odiados”.

Lo primero que incumplió fue el levantamiento de alfombras. Durante toda la campaña se cansó de repetir por activa y por pasiva que se debía revelar al socio las actuaciones de los dirigentes barcelonistas durante el oscuro periodo de Gaspart.
A día de hoy no sabemos si vio algo raro, si todo estaba normal, si pactó con Gaspart un intercambio de favores (es lo que habrá sucedido con casi total seguridad), o si no han tenido tiempo a levantar la alfombra.
Después de casi 5 años de mandato, seguimos sin saber que había debajo de la alfombra, ya que siempre se han negado a dar cualquier tipo de explicación. No es cuestión de perjudicar al club, pero si de presentar una explicación sobre porque no se sabe nada.

No se quedó aquí Jan. Uno de los caballos de batalla principales fue la no venta de patrimonio. Aquí es donde se distanció sobremanera de Bassat, que con su mal explicada Fundació pretendía sacar rentabilidad a unos activos que el club los tenía inutilizados.
Como para costear el proyecto Foster no se tienen suficientes recursos, se ha pensado, con buen criterio a nuestro entender, de vender parte de los terrenos que son propiedad del club y que están en el Mini y sus alrededores.
Evidentemente, este incumplimiento de sus proclamas electores será justificado de mil maneras. Pero para unas personas que han querido cuidar (muy mal por cierto) la imagen, el mentir y actuar de manera opuesta a lo que han defendido no es lo más “fashión” que digamos.

Otra de las cosas en las que Jan ha estado actuando de forma contraria a lo que predicaba es en la transparencia. No nos referimos a dar detalles de las negociaciones con jugadores. Ni a descubrir las comisiones de los intermediarios en fichajes (legales casi siempre). Ni en cosas por el estilo. No.
Hablamos de que en aspectos tan importantes como es la posibilidad de lucir publicidad en la camiseta se sepa, una vez acabadas las negociaciones, que es lo que ha pasado y el porque de la decisión de la Junta, sin explicar cuentos chinos al soci.
Hablamos de no mentir en cuanto a las posibilidades reales que hay con según que “marcas”. Hablamos, sobretodo, de explicar porque para determinados partidos viajan 13 directivos y si eso es a costa del Club, o mentir en temas tan simples como lo del cuñadísimo o las entradas de Paris.

Estos tres puntos resumirían nuestro descontento con el mandato del Presidente Laporta. Pero así como decimos una cosa, afirmamos que no las consideramos razones de suficiente peso como para montar una moción de censura, más si cabe cuando no ha cambiado nada desde que hace año y medio se convocaron elecciones.
Pero es solo nuestra opinión, y si hay personas que piensan que si lo son, deben presentarse al señor Oriol Giralt y dar su firma para que la moción de censura tire hacia delante.
Lo bueno que tiene la democracia es que permite mostrar el desacuerdo con la forma de actuar de los dirigentes de muchas maneras. Nos gusta que desde el club nadie haya tildado de malos barcelonistas a los promotores de la acción.
Son mucho peor aquellos que de espalda al club, hablan a según que entrenadores o jugadores para que no fichen porque no están ellos en la poltrona. De ser ciertas esas cosas, si que sería motivo suficiente para que de presentarse se destapase y se dejase bien claro quien es y quien no es buen culé.

No sabéis que poco nos gusta hablar de política deportiva.
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